La censura que Clarín impone sobre los periodistas, en carne propia
Carta Abierta a la comunidad
De mi mayor consideración:
Me tomo el atrevimiento de dirigirme a ustedes para comentarles la situación vivida en nuestro canal y que considero es coincidente con hechos similares que se están desarrollando en todo el territorio de nuestra Nación.
CVC (Con Visión Colonense) es un proyecto que iniciamos en forma independiente hace ya 5 años. Dimos nuestros primeros pasos en el año 2004 y hasta el momento no paramos de crecer logrando posicionarnos como uno de los medios más importantes de la ciudad de Colón.
Nuestro contenido se emite por una frecuencia del único distribuidor de señales por cable que existe en la ciudad, Cablevisión, pero reitero, nuestro contenido es absolutamente independiente. Tenemos un contrato de partes con la empresa Cablevisión, donde ellos ponen sólo la frecuencia y nada tienen que ver con lo producido en CVC.
Nuestra elección es, fue y será siempre desarrollar contenidos absolutamente comprometidos. Comprometidos con la Patria, con el pueblo y con nuestra ciudad. Tomamos una participación activa, con posturas políticas bien claras en todos y cada uno de los hechos que consideramos trascendentes en todos los niveles políticos, culturales y sociales.
Desarrollamos un rol protagónico, desde nuestro lugar, en el conflicto entre el gobierno y el sector agroindustrial. Postura que molesto de sobre manera a algunos dirigentes liberales y hasta motivó la agresión física y verbal de uno de los camarógrafos de nuestro canal. De todas maneras, no renunciamos a nuestros principios y continuamos desarrollando opiniones y contenidos a favor de políticas que considerábamos correctas.
Como en este, CVC toma posición política (NO política partidaria) y las vuelca en sus contenidos. Por supuesto, desde nuestra concepción filosófica y política, no podemos concebir las privatizaciones de las empresas o instituciones esenciales para el País, los monopolios, el liberalismo o neo-liberalismo como modelo económico y la destrucción del Estado.
Y claro, nos manifestamos en contra de la manipulación de las grandes corporaciones mediáticas y su intento de controlar la voluntad de los argentinos. Participamos activamente en los foros de debate del nuevo Proyecto de Ley de Contenidos audiovisuales, impulsados por la convicción ideológica y las pruebas que nos indican la inoperancia de la vieja Ley de Radiodifusión de la dictadura, y entendiendo que este proyecto, mejorable, es la herramienta que puede posibilitar a los periodistas trabajar con absoluta libertad desde sus más profundas convicciones.
Pero claro, tomar posturas políticamente jugadas es complicado en este país. Los supuestos productores agropecuarios, además de golpear a un camarógrafo del canal, no anunciaron más en CVC. Integrantes del gobierno local presionan para que salgamos del aire. Y Clarín, a través de los gerentes regionales, provinciales y nacionales de Cablevisión, está ejerciendo toda la fuerza necesaria para callarnos. Para censurarnos. A tal punto de no querer renovar el contrato y quitarnos la frecuencia que hoy disponemos como único medio para difundir nuestros contenidos.
En las reuniones mantenidas con los representantes del grupo, nos manifestaron concretamente, que su intención era que NO nos expresáramos ni a favor de la nueva ley, ni podíamos hablar de los hijos supuestamente apropiados por la dictadura de Ernestina Noble, ni ser partes de Carta Abierta, ni difundir nada al respecto. Pero, como si fuese poco, literalmente expresaron: “No sólo no podés hablar de estos temas en este canal, tampoco podés hacerlo en el resto de los medios de la ciudad”.
CVC además de ser reconocido por los ciudadanos de Colón por su labor; también los concejales del Honorable Concejo de nuestra ciudad votaron por unanimidad una ordenanza que declara el contenido de CVC de interés público.
Mientras tanto, ellos intentan censurarnos, callarnos. Que no hablemos ni a favor de la Nueva ley de Contenidos, ni en contra de los monopolios, ni a favor de nada de lo que tenga que ver con el Kirchnerismo. Y repito, yo no soy Kirchnerista, pero sí observo logros y buenas medidas, así como si no comparto otras… ¿Por qué no decirlo?
Nuestra posición sería más cómoda y todo sería más sencillo “tranzando”. Aceptando que Clarín a través de los integrantes nacionales de Cablevisión nos diga que tenemos que decir y que no. Bajando la cabeza ante las presiones de algunos integrantes, abogados nefastos del gobierno local. Y aceptando la censura.
Pero decidimos no renunciar a los ideales. Equivocados o no, mantenemos la convicciones, entendemos el debate como herramienta de crecimiento, respetamos todas las posturas políticas, filosóficas, sociales y religiosas. Y sobre todo, defendemos la patria. Poniendo siempre los intereses comunes por sobre los individuales, entendiendo que CVC, más allá de algunas consideraciones puntuales o coyunturales y de opiniones o juicios de valor, cumple, en mi humilde opinión, un rol que trasciende sobradamente la cuestión meramente comercial.
El tiempo se expresará, cuando lo haga allí estaremos nosotros, con los mismos ideales, con la misma pasión, con el mismo compromiso. Pero mi preocupación va más allá e intento razonar: Si estos tipos presionan de la manera en que lo hacen a un humilde grupo de periodistas que llega a no más de 5000 hogares de una ciudad como Colón, no quiero imaginarme la presión que deben tener los periodistas que llegan a millones de hogares.
Un abrazo cordial.
Sebastián Piccini.
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